Pintemos
Posiblemente hayas oído decir más de
una vez la palabra "pintamonas", que según el Diccionario de la Real
Academia, significa pintor de corta habilidad, como decía mi suegro,
casi todos somos pintamonas .. pero para ir profundizando en este
noble arte, aunque nunca nos convertiremos en grandes pintores, al
menos dejaremos de ser pintamonas siguiendo estos consejos:
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Para quitar la pintura de
las cara, manos, etc., el aceite de cocina y el aceite de bebés
son útiles porque no irritan la piel.
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Otra forma de quitar la
pintura es frotando la piel con vaselina.
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Antes de pintar, frótate las
uñas con una pastilla de jabón para poder lavarlas después con
facilidad.
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Si tienes que pintar sobre metal,
debes pulirlo antes con papel de esmeril para que absorba bien
la pintura. Si son tubos, úntalos antes con vinagre, así
evitarás cualquier posible desconchón.
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Para que la pintura blanca
no se vuelva amarilla, pon una gota de pintura negra y revuelve.
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Si la pintura tiene grumos,
un buen colador es una media de nylon vieja.
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Un batidor de huevos viejo es muy
bueno para remover la pintura.
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Después de pintar, pon un poco de
pintura en el palo de un polo (de helado), es una guía o
muestra de color muy útil para volver a comprar el mismo color
la próxima vez.
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Cuando tengas que pintar los marcos
de las ventanas, para evitar las manchas en los cristales,
frota la parte del cristal más cercana al marco con una cebolla
partida por la mitad, después salen sin dificultad los restos de
pintura que se hayan adherido al cristal.
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Si agregas dos cucharaditas de
extracto de vainilla a cada litro de pintura, no habrá
olor a pintura.
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Para hacer más ligera y líquida una
pintura muy espesa, no añadas agua, es mejor calendar el
bote al baño maría.
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Un lacado profesional se
consigue con paciencia: debes aplicar varias capas finas de
pintura, lijándolas una por una según se vayan secando. Tendrás
buenos resultados si usas una pintura mate para las primeras
capas y finalmente dándole una capa gruesa de pintura brillante.
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Para que el pincel no suelte
las cerdas, antes de usarlo, pasar por la palma de la mano
varias veces sin frotar muy fuerte. Las cerdas que están sueltas
se irán desprendiendo, también es eficaz mojarlo antes de
empezar a utilizarlo.
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Una vez que hayas terminado
de pintar y después de limpiar bien los pinceles, envuélvelos en
papel de aluminio, se conservarán muy bien.
Si conoces otras sugerencias
interesantes sobre las pinturas, puedes enviárnoslas y dejaremos de
ser pintamonas, gracias a tus consejos.
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