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 Salsa
Hay una unión entre la música y las comidas:
salsa, merengue, ketchup, tomatito, etc., pero las salsas, también dan sabor,
color, alegría e ilusión a las más aburridas y sosas comidas que puedan existir
en el Mundo, he aquí algunos consejos:
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Si la salsa está demasiado grasa,
agregar una pequeña cantidad de bicarbonato sódico.
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Salsas suaves: una mezcla de
harina y maicena, a partes iguales. Pon tres o cuatro cucharadas
de esa mezcla en un recipiente y agrega un poco de agua.
Revolver y a los pocos minutos tienes una pasta suave para
preparar la salsa.
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Para tener una bechamel al
instante, mezclar una taza de mantequilla blanda con una taza de
harina. Verter la mezcla en una bandeja para cubitos de hielo,
esperar a que esté congelada, cortándola en 16 cubitos y
guardándolos en una bolsa de plástico, dentro del congelador.
Para obtener una salsa bechamel de consistencia media, es
suficiente con poner un cubito en una taza de leche y calentar
lentamente, revolviendo a medida que se vaya espesando.
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Cuando cocines un redondo o
cualquier otra pieza de carne y la salsa se quede más
blanca de lo que te gusta, puedes tostar un poco de azúcar y
agregársela, el resultado será distinto.
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Si se te corta la salsa mayonesa
o mahonesa, pon en un nuevo recipiente un poquito de agua
fría o tibia y ve echando en él lentamente la mayonesa que se te
ha cortado. Al mismo tiempo ve removiendo con suavidad la
mezcla. En poco tiempo tendrás la salsa en su punto.
Si conoces otras sugerencias
interesantes sobre las salsas, puedes enviárnoslas y las pondremos
aquí, seguro que muchas personas saborearán mejor la comida.
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